5.- Evaluar habilidades de pensamiento de orden superior

El modelo que ha imperado en Educación Superior para explicar cómo los estudiantes aprenden, ha sido la Taxonomía de Bloom (1975). Este autor propone que las habilidades de pensamiento se adquieren de manera lineal. En primer lugar, se deben incorporar habilidades de tipo mecánicas (principalmente memorizar y comprender), las que son utilizadas como base para introyectar habilidades más complejas, como lo son las de transferencia (análisis, aplicación evaluación y creación)”.

Esta teoría ha impactado fuertemente en las creencias que sostienen los docentes universitarios. Basándose en estos postulados, los profesores diseñan evaluaciones que miden preferentemente memoria, bajo el supuesto de que si los estudiantes dominan los contenidos, posteriormente podrán aplicarlos a otras situaciones. Sin embargo, esto no ocurre de manera espontánea, por lo que se requiere del diseño de instancias donde el estudiante pueda practicar esta capacidad, ser evaluado y recibir retroalimentación de su desempeño.

Por esta razón, el proyecto fomenta que los docentes desde el primer momento, construyan instrumentos en las diferentes instancias de evaluación con preguntas desafiantes en las cuales se midan habilidades complejas de orden superior, ligadas al análisis, aplicación y transferencia del conocimiento, que son las habilidades que se piden en el mundo del trabajo.  Esto se promueve bajo el supuesto actual que, analizar, aplicar o transferir conocimiento, involucra implícita y necesariamente utilizar habilidades memorísticas y reconocimiento de base. La diferencia es que cuando hacemos preguntas de mayor nivel cognitivo, no nos quedamos con lo mínimo que un estudiante debe saber, sino avanzamos en habilidades más ricas y exigentes que permitirán la creación (y no la mera repetición) de nuevo conocimiento.

Regresar a Modelo de Evaluación Auténtica